lunes, 28 de marzo de 2011

Lesiones + frecuentes (Tema social 3.0)

La velocidad, la escasa preparación física de muchos esquiadores y las frecuentes imprudencias se han situado como las mayores causas de siniestralidad. Mientras tanto, los inseguros equipos de esquí de antaño se han convertido en eficientes protectores de pies, tobillos y rodillas. Su capacidad protectora, sin embargo, ha llegado al límite: "Ahora la responsabilidad para evitar accidentes debe salir de los propios esquiadores", afirma el traumatólogo Andrés Combalia, experto en lesiones deportivas del hospital Clínico de Barcelona. Según ha podido comprobar este médico a lo largo de los años, "la rodilla se ha convertido en el principal punto débil del esquiador y ha desplazado del primer puesto de la lista de lesiones las roturas de tibia y peroné y los problemas de tobillo". Esto se debe, mayoritariamente, a que las marcas deportivas han diseñado botas de esquí cada vez más altas que protegen la pierna hasta casi la rodilla.

Las fijaciones de seguridad también han mejorado y se han hecho más sensibles a la hora de liberar la pierna del esquiador en caso de caída y evitar males mayores. Pero la técnica llega hasta aquí y el resto es responsabilidad del esquiador.
En España, a diferencia de Andorra, las estaciones no hacen público su registro de accidentes. Sin embargo, y de acuerdo con datos del hospital Clínic de Barcelona, la incidencia de lesiones se ha situado entre 2 y 3 por cada mil esquiadores al día. Esto significa que en estaciones de gran envergadura como Sierra Nevada o Baqueira Beret puede haber hasta 15 o 20 lesionados más o menos graves cada día. En Andorra, uno de los destinos de nieve preferidos por los españoles, se registraron la temporada pasada un total de 5.100 evacuaciones de esquiadores. Según los datos del Ministerio de Industria andorrano el 30% de estos accidentes fueron simples contusiones, un 16% acabaron en esguince y un 11% fueron lesiones de diferente envergadura en la zona de la cabeza.
El responsable del servicio médico de Soldeu El Tarter, Joan Sánchez, admite que nunca, y ya lleva 27 años en este trabajo, había visto tal cantidad de esquiadores lesionados. "Muchos esquiadores se lanzan a esquiar sin la preparación necesaria, muchas veces no saben ni por qué pista bajan ni qué nivel tienen y esto desemboca en problemas". Las vacaciones de Navidad y Reyes, junto a las últimas semanas de temporada, son las peores épocas. "No sabemos la razón, pero a principios y a finales de temporada es cuando registramos más accidentes, seguramente se debe al estado de la nieve y a la preparación física de los esquiadores".
Tanto Sánchez como Combalia están convencidos de que buena parte de las lesiones más frecuentes se evitarían con un poco más de prudencia y, sobre todo, de entrenamiento previo al esquí. En el caso de Andorra, la mayor parte de lesiones de rodilla, las más frecuentes en los esquiadores, las sufren mujeres de entre 35 y 38 años de edad y, en menor medida, las mujeres de entre 42 y 43 años, muchas de ellas con sobrepeso. "Es evidente que muchas de estas personas casi nunca hacen ejercicio y no son conscientes de que el esquí es un deporte de alta exigencia", recuerda el médico andorrano.
Pero no todos los esquiadores sufren el mismo tipo de lesiones. Para los noveles los puntos débiles son el ligamento lateral interno y el ligamento cruzado anterior. La rotura de este último obliga a pasar por quirófano y es más propia de los esquiadores de cierta edad.

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